El mundo detrás de los plásticos
Hace algunas semanas publicamos un artículo llamado El plástico: ¿Villano o héroe?, en el que cuestionamos el boom de los desechables que ha surgido con la pandemia que estamos viviendo de manera global. Desde que publicamos el artículo han surgido otras plataformas para ampliar el diálogo y la especulación acerca de estos materiales y su uso.
Estamos muy contentos, pues hoy es el último día para aplicar en el challenge organizado por PRIMER 2020 y Desde Casa, Plastic: ¿Villain or hero?. En este challenge invitamos a estudiantes y recién egresados de diferentes áreas creativas de todo el mundo crear, a través del diseño especulativo, prototipos diegéticos que puedan integrarse dentro de uno los escenarios ficticios que diseñamos.
¡Te invitamos a participar en el Challenge y a enviar tu propuesta antes de que termine el día!. Participa aquí.
El primer escenario se llama Bye bye plastics. Welcome to the new era, y como su nombre lo dice, se trata de un escenario en el que a partir de una regulación se prohibió la producción y uso de plásticos desde los 80’s.
El segundo escenario, Plastic, the material that saved million lives, describe un escenario post-covid en el que retomamos la confianza hacia los plásticos. En este escenario, también existe una veneración hacia estos materiales después de haber vivido una pandemia llena de incertidumbre e inseguridad debido al poco conocimiento que tenemos de ciertos virus.
En ambos casos, invitamos a los participantes del challenge a cuestionar nuevas posibilidades, usos y rituales alrededor de los materiales, pero sobretodo a demostrar que a través del diseño podemos crear nuevos discursos que permitan la reflexión, a través de la especulación de escenarios futuros.
Dentro de estos cuestionamientos sobre los materiales se ven involucrados los biomateriales, pues gracias a la investigación y a este regreso a lo natural, se están desarrollando nuevos biomateriales que permiten ofrecer nuevas posibilidades de consumo y un cambio en los proceso industriales que conocemos. Por eso, para este artículo le realicé una entrevista a Edith Medina.
Edith Medina, fundadora y directora de Biology Studio, es artista e investigadora especializada en materiales y diseño biológico. En esta entrevista ella nos comparte su visión sobre las nuevas situaciones que se están presentando alrededor de los plásticos y las posibilidades que ofrecen los bioplásticos.
Andrea: ¿Cómo ha cambiado esta situación nuestra percepción de consumo?
Edith: El Covid-19 nos ha dado la oportunidad de cuestionarnos cosas que antes naturalizabamos, como de dónde viene mi comida, con quién voy a comprar mi ropa o cuáles fueron sus sistemas de producción que se emplearon para cada producto. Me parece importante esta reflexión como ejercicio de aprendizaje sobre los procesos y las vinculaciones que hay detrás de cada objeto. La idea de consumo nos había quitado esa posibilidad de cuestionarnos el origen de las cosas y el confinamiento nos ha permitido retomarla. Habrá que ver si se mantiene a largo plazo.
Andrea: ¿Crees que ambos escenarios puedan pasar de ser una ficción a una realidad?
Edith: El plástico ya es venerado y con boom de los materiales ecológicos perdió un poco de fuerza, pero la semántica es muy importante porque los humanos tendemos a generalizar. Por ejemplo, la gente piensa que cuando usas un bioplástico, todos son positivos para el medio ambiente, todos se van a degradar rápido y no van a contaminar, lo cual no es así. Es lo mismo con el plástico, no todos funcionan igual. Incluso, cuando hablamos de nuevos materiales, si se habla de recubrimientos plásticos que pueden eficientar su uso, proceso o desecho y no le quitan tanta biodegradabilidad al material, pensamos que es terrible porque ese material tendrá plástico en su composición. Pero hay objetos que son más eficaces en ciertos materiales, más durables.
Por otro lado, el plástico ya está naturalizado. Tan es así, que ni siquiera nos damos cuenta qué contiene plásticos y qué no.
“… el plástico ya está naturalizado. Tan es así, que ni siquiera nos damos cuenta qué contiene plásticos y qué no.”
Andrea: ¿Tú crees que se deberían de erradicar los plásticos como en el escenario “Bye bye plastics. Welcome to the new era”?
Edith: Sí, estoy de acuerdo, hay que prohibirlos, pero no todos. Hay que prohibir los plásticos en usos específicos y con base en eso rediseñar nuevas opciones materiales.
Yo resaltaría, que hay que diferenciar los plásticos. No estoy en contra de los plásticos en general, más bien no estoy de acuerdo en el cómo hemos gestionado y desarrollado una cultura alrededor de los plásticos de un solo uso, porque no son indispensables en la mayoría de los casos.
Hay materiales que su durabilidad hace que tengan incluso un menor impacto en el ambiente y eso es gracias a que cuentan con plásticos en su composición. En lo que nos tenemos que enfocar realmente es en el plástico de un solo uso, porque como bien dices, es el que está teniendo un incremento brutal. Ahora, con la pandemia todo está protegido por recipientes de polipropileno o aquellos que son mezcla de biopolímeros y polipropilenos.
Hay que comprender que cuando hablamos de plástico, realmente hablamos de una variedad de plásticos con diferentes utilidades. Generalizar no es una opción, por eso hay que saber los impactos específicos de cada material y en sus diferentes aplicaciones. También debemos conocer cómo desechar cada material y eso está relacionado con la reestructuración de nuestra relación con los materiales y con el plástico.
Andrea: ¿Qué podemos hacer, si muchos de los plásticos que usamos durante esta contingencia son para evitar el contagio?
Edith: La gente atribuye la idea de seguridad a los plásticos porque son una protección inmediata, pero olvidamos el previo a estos plásticos, es decir la manipulación que tuvieron diferentes personas para su producción. Si vamos a ser sumamente puristas, pensando que el plástico protege a los productos de los virus, en realidad ya hubo contacto con alguna persona que pudo haber tenido gotículas en las manos, que pudo haberlos tocado y que al final solo lo protege de la manipulación durante su comercialización, pero eso se puede evitar con vitrinas o estantes cerrados.
Es muy importante entender que el contagio no se produce o se evita con el plástico, incluso el plástico, como material, también se contamina de bacterias y virus. Estas ideas erróneas posiblemente sean algo que si se instaure en nuestra semántica y lamentablemente, los esfuerzos que apenas empezaban para evitar el uso de plásticos de un solo uso, van a tener que incrementarse al doble después de la supuesta normalidad a la que regresemos.
“La gente atribuye la idea de seguridad a los plásticos porque son una protección inmediata, pero olvidamos el previo a estos plásticos, es decir la manipulación que tuvieron diferentes personas para su producción.”
Andrea: ¿Cómo los biomateriales podrían ser una opción para evitar los desechables que se generan en esta nueva situación?
Edith: Más que sustituir ciertos materiales, habrá nuevos que tengan capacidades similares y permitan tener otras opciones con mejor biodegradabilidad.
Yo creo que va ha haber un boom de los biomateriales y ya está comenzando, por lo que vamos a tener muchas opciones, pero estos no van a solucionar todo el problema. Además, dentro de este boom de biomateriales hay algunos que no son completamente biodegradables. Es decir, hay algunos materiales que tienen la capacidad de regenerarse y regresar a su hábitat sin causar daños y hay otros que por las necesidades de uso y consumo están mezclados con polímeros que no son biológicos u orgánicos.
Debemos tener cuidado con esta situación, pues puede ser que haya muchas personas consumiendo bioplásticos que no son 100% biodegradables y cómo consecuencia se creen nuevas islas de bioplásticos.
Algo que es muy interesante y preocupante, es que con los biomateriales comenzamos a estandarizar los ejercicios de explotación a ciertos recursos, como pasó con los plásticos. Es decir, estamos buscando crear más biomateriales con los mismos recursos. Por ejemplo, ahora todos quieren hacer materiales de hongos y esto también puede llevar una sobreexplotación del mismo recurso.
Debemos cambiar la idea de sustentabilidad, hacia un enfoque regenerativo y no verlo como una solución inmediata, sino vamos a obtener los mismos resultados que obtuvimos con la cultura de lo desechable, pero con un sello verde.
Además, sería bueno conocer los procesos adecuados para desechar cada material. Lamentablemente, hay algunos materiales que tienen secretos en sus fórmulas de producción y si no sabemos sus componentes tampoco sabremos cómo gestionarlos, lo cual puede causar igualmente un problema de contaminación.
Andrea: ¿Y qué está ocurriendo en latinoamérica dentro del desarrollo de biomateriales?
Edith: Latinoamérica tiene una gran variedad de recursos que les permite hacer una exploración más amplia para la elaboración de biomateriales y aunque creo que hay esfuerzos, no hay tanta visibilidad.
Principalmente en México, hay muy poco apoyo por parte de las universidades para desarrollar proyectos que comienzan como una investigación académica y llevarlos a su máximo potencial e introducirlos a la industria o llevarlos a cabo. Esta situación, también está relacionada con la poca confianza que existe hacia las instituciones y por eso muchos tienen miedo de que las empresas les roben sus proyectos. Igualmente hay una burocracia en los procesos para poder llevar a cabo un proyecto de manera independiente y no respaldado por instituciones reconocidas.
Además, en México la idea de desarrollo e investigación es escasa y no se promueve, se piensa únicamente en la producción. No se toma en cuenta la idea de diseñar procesos, sino de diseñar productos.
Imagen retomada del sitio web de Bioartex
Imagen retomada del sitio web de Radial
Al hablar de materiales pensamos de manera visual y generalizamos el conocimiento que tenemos sobre ellos. Es decir, hablamos de plásticos como una sola variedad y hablamos de residuos como una masa de materias mezcladas, cuando en realidad existe un universo dentro de la composición de cualquier material. Cada elemento que forma la estructura de los materiales con los que están hechos nuestros objetos delimita sus capacidades y alcances, además de ofrecernos una gama de posibilidades para innovar y crear.
Es importante conocer y compartir el conocimiento sobre lo que hay detrás de nuestros productos, para que como consumidores podamos exigir cambios que permitan crear nuevos caminos de producción, más sustentables y justos. Además, con este conocimiento podremos comprender que el plástico no es malo, lo malo es como el hombre lo ha gestionado. Escríbenos tus comentarios y ¡sigamos la conversación!